Tras arrestar a un hombre por matar, supuestamente, a su suegra, éste acaba confesando que fue el autor del crimen. Sin embargo, el juez Meyers desestima el testimonio del acusado después de que su abogado, Doug Hellman, afirmase que no se le dio asesoramiento legal durante el interrogatorio. Cuando Annabeth descubre un secreto del pasado del acusado que podría explicar por qué mato a su suegra, la defensa intenta introducir la duda razonable y hace creer al jurado que fue la mujer del acusado la que cometió el asesinato.